El Practicum de Arquitectura. Marco Teórico



Si centramos la mirada en los estudios superiores, estaríamos de acuerdo en que su función es la de preparar a los alumnos, a lo largo de su curricula, para ejercer su profesión.
El practicum se convierte entonces en el entramado complejo, en el puente entre la teoría y la práctica.
La investigación presente toma el concepto de “practicum reflexivo” de Donald  Schön.
En esta realidad los actores que intervienen en el proceso educativo se integran a enfoques interdisciplinarios que enriquecen la formación universitaria.
Pretendemos entonces dar respuesta a  interrogantes que surgen del cambio de paradigma, ¿de qué manera se combinan teoría y práctica en la instancia de practicum? ¿Es el practicum el momento donde se plasman las competencias desarrolladas en las asignaturas? ¿Cómo desarrollan las capacidades que convergen en competencias? El practicum ¿es la instancia apropiada para observarlas, medirlas y evaluarlas o para afianzarlas?
                Desde nuestra posición de observadores de la etapa del practicum, podemos  agudizar los sentidos en relación a la formación y aplicación de competencias profesionales. La contribución del practicum a la dialéctica teoría practica, plantea una nueva perspectiva a la cuestión del conocimiento profesional partiendo de las competencias. En este contexto y a traves de la utilización de diseño de proyectos en arquitectura, es que se sitúa el “practicum reflexivo” como fuelle entre teoría y práctica.
                El modelo pedagógico que incluye la formación de competencias sin embargo, el concepto de competencias posee un carácter polisémico y difícil de definir. Así un primer concepto nos acerca al conjunto de conocimientos, procedimientos y actitudes combinados, coordinados e integrados, en el sentido que el alumno  deberá  “saber”, “saber hacer”, “saber estar” y “saber ser” para relacionar, integrar y ensamblar lo cotidiano, lo académico y lo científico.
Podemos considerarlas como el conjunto de conocimientos, habilidades y aptitudes que un profesional debe mostrar en su desempeño.
                Recientemente el concepto de competencia ha tomado difusión a través del denominado PROCESO BOLONIA, que establece algunos conceptos claves para el desarrollo del nuevo espacio europeo de enseñanza superior, también el PROYECTO TUNING en Latinoamérica.
Según este ultimo las competencias representan “una combinación dinámica de atributos que describen las metas de aprendizaje de un programa”
El proyecto distingue entre competencias genéricas y especificas a un área de estudio. Las primeras consisten en conocimientos y habilidades básicas compartidas por varias disciplinas o campos de conocimiento o profesiones, mientras que las competencias específicas son propias de un campo de conocimiento.
Desde la perspectiva de educadores, las competencias están ligadas a las motivaciones y su relación con el saber y saber hacer, en vinculación con el rol profesional o competencias especificas y el saber ser y saber estar, en relación a las competencias genéricas.
Adherimos al proyecto Tuning en cuanto a la necesidad de desarrollar programas, definir competencias y resultados de aprendizaje, como puntos consensuados en toda Latinoamérica, para la calidad de la educación superior.
Nuestra mirada al practicum de arquitectura III supone la incorporación de las competencias no solo las específicas sino también las genéricas, consolidando la postura innovadora de la investigación.
Incorporar las competencias a la actividad docente, supone transitar el camino desde la formación de arquitectos, a la educación de alumnos de arquitectura competentes, que den respuesta a las necesidades de la sociedad.



El trabajo por competencias en el Practicum. Cómo organizarlo y cómo evaluarlo

Competencias cognitivas